En Sarandí, detuvieron al sospechoso del crimen de Nadia Arrieta

Néstor Maximiliano Montiel, el principal sospechoso del crimen de la comerciante Nadia Arrieta, fue detenido este lunes en la localidad bonaerense de Sarandí, donde iba a encontrarse con su actual pareja, informaron fuentes policiales y judiciales.

Durante la tarde, Montiel se negó a declarar ante el fiscal Mario Ferrario, quien lo indagó por el delito de “Homicidio agravado por violencia de género”, informaron fuentes judiciales.

El sujeto, de 38 años, estuvo a punto de ser atrapado en un domicilio de la localidad bonaerense de Banfield el sábado por la noche, pero logró escaparse. “No hubo forcejeo. Cuando llegó la policía, ya se había ido unos minutos antes. Dejó tiradas todas sus cosas”, aclaró una fuente policial.

El fiscal de Morón a cargo del caso, Mario Ferrario, pidió allanamientos ni bien obtuvo la identidad de Montiel cuando a partir de cuatro huellas encontradas en un cerámico su nombre surgió en la base de datos de personas con antecedentes.

El primero fue en un domicilio de Banfield que tenía registrado el Servicio Penitenciario Bonaerense, pero allí se encontraron con la ex mujer del presunto homicida, quien les dijo a los investigadores que el sospechoso vivía ahora con una nueva novia a unos 50 metros.

Cuando la policía llegó a ese domicilio, Montiel no estaba y la pareja le dijo a la policía que había ido a cortarle el pelo a unos amigos en un domicilio de Banfield.

De esa tercera vivienda -que no es una peluquería, sino un domicilio particular- se escapó Montiel dejando todas sus cosas tiradas, entre ellas su documento, su celular, tres cepillos, un secador de pelo, dos planchitas, y el bolso con el que quedó filmado el día del crimen huyendo de la escena del crimen.

En ese bolso camuflado, la policía encontró elementos que lo comprometen como una cuchilla que podría ser el arma homicida, precintos plásticos y un juego de llaves de Arrieta con un llavero tipo cinta celeste con el logo y las iniciales de la Universidad de Morón.

Además, en los allanamientos incautaron una bolsa celeste con un termo y dos latas para yerba y azúcar de las que vendía la joven, por lo que ahora se cree que Montiel le hizo una compra por Internet para que la víctima se confiara y le abriera la puerta en el negocio el día del crimen.

“La chica vendía por Facebook y Mercado Libre. Estamos revisando la computadora y pidiendo informes a esas compañías para chequear si el sospechoso usó la compra como carnada”, dijo una fuente judicial.

Néstor Maximiliano Montiel había sido condenado a 18 años de cárcel por el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Morón por una “Tentativa de homicidio calificado por abuso sexual y privación de la libertad agravada” cometida el 5 de octubre de 2001.

El hombre, que estaba cumpliendo la pena en la Unidad Penitenciaria de Magdalena, fue beneficiado el 17 de octubre de 2012 con salidas transitorias. Luego, la defensa de Montiel interpuso un recurso de apelación porque en varias oportunidades la Justicia le negó la libertad condicional.

De esta manera, el 20 de octubre de 2014 la Sala 1 de la Cámara de Apelaciones de Morón hizo lugar al pedido con la obligación de hacer un tratamiento psicológico, pese a que los fiscales y el juzgado de Ejecución correspondientes se opusieron a la condicional y a que la pena vencía el 19 de octubre del año que viene.

Nadia Arrieta, de 31 años, fue encontrada pasado el mediodía del jueves asesinada dentro del negocio de venta de regalos que tenía junto a su madre, ubicado en la avenida Pedro Díaz 596, casi esquina Gluck, de Villa Tesei, partido de Hurlingham, en el oeste del conurbano.

El cadáver fue descubierto por un chapista quien trabaja en un taller que linda con el fondo de la regalería y, según contó a los investigadores, escuchó gritos que provenían de ese lugar, tras lo cual dio la vuelta y entró al ver que la puerta del local abierta.

El cuerpo estaba tendido boca arriba, en un sector trasero del local donde la víctima hacía las impresiones de sus productos que vendía por Internet, junto a un gran charco de sangre por el degüello.

La mujer estaba amordazada y atada por detrás de la espalda con una cinta adhesiva de color gris, vestía una remera y tenía ropa interior de la cintura hacia abajo, ya que su pantalón apareció ensangrentado y tirado cerca del cuerpo. El asesino se llevó el smartphone de la víctima, un juego de llaves y el cuchillo con el que la degolló.

La autopsia confirmó que murió tras ser degollada y no presentaba signos de violación, aunque la hipótesis del ataque sexual no fue descartada.

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