San Isidro: Tras una histórica restauración y puesta en valor, reabrió la Plaza Mitre

El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, encabezó esta tarde la reapertura de la Plaza Mitre, luego de las obras que el Municipio realizó para que este icónico paseo recupere la fisonomía y el esplendor de los años 50.

La principal plaza de San Isidro, de unos 10 mil metros cuadrados, situada en pleno casco histórico -frente a la Catedral- luce con los elementos originales que le otorgan su identidad, el arbolado, los monumentos conmemorativos de Bartolomé Mitre, Horacio Beccar Varela y el padre Menini, el reloj floral de 1913, la escalinata, los bancos antiguos, el bebedero, las farolas y el solado de ladrillos.

“Estas obras son las que quedan en la memoria para siempre. Esta plaza es parte de la identidad sanisidrense, un lugar no solo de encuentros entre vecinos sino de los episodios más relevantes de nuestra historia. Logramos recrear la atmósfera y los elementos originales que por el paso del tiempo se habían deteriorado”, señaló Posse luego de realizar el tradicional corte de cinta para reabrir este predio turístico, ubicado en la avenida Libertador al 16200.

La Plaza Mitre integra el solar declarado como lugar histórico nacional por decreto del Poder Ejecutivo. La obra de restauración recibió la conformidad de la Comisión Nacional de Monumentos.

El jefe comunal contó que una parte clave para la reconstrucción total de este espacio fue la obra hidráulica, que consistió en la colocación de un colector pluvial sobre la calle Ituzaingó conectado a otro que desemboca en Primera Junta y las vías del Tren de la Costa, para recibir todos los desagües internos de la plaza que fueron reconstruidos en su totalidad. “Fue fundamental teniendo en cuenta que esta plaza fue realizada hace más de 100 años en un baldío, por lo que el agua penetró debajo y quebró la estructura”, precisó el jefe comunal.

Esta situación se sumó al deterioro causado por las raíces de las Tipas que levantaron y rompieron los solares, las escaleras y los cordones de la vereda. Por lo que el Municipio llevó adelante un minucioso trabajo de mantenimiento de la arboleda compuesta por unos 72 ejemplares añosos. A modo preventivo, construyeron tabiques de hormigón para que las raíces en su desarrollo no rompan los nuevos solados.

En lo que respecta a la inclusión y a la accesibilidad, se instaló una rampa para que las personas con movilidad reducida puedan transitar la parte baja del lugar. Y se sumó un solado especial para personas invidentes.

Entre las novedades se encuentra un museo subterráneo que ofrece a los visitantes un recorrido visual, histórico y evolutivo de la plaza y su entorno, alrededor del que se sucedieron acontecimientos públicos remotos. Además, se construyeron baños públicos.

Siguiendo el criterio de mínima intervención y máxima preservación, se removieron las rejas que rodean todos los canteros que, además, recuperaron su traza original y pusieron en valor las escalinatas con sus balaustradas.

En la zona baja, se recuperaron los ladrillos centenarios “San Isidro” y fueron colocados en un lugar especial como reconocimiento a la historia. Muy cerca, se encuentra el emblema de la plaza y principal destino turístico, el reloj floral, que su puesta en valor marcó un hito en esta reconstrucción.

Los monumentos históricos fueron restaurados así como las placas de reconocimientos. Se respetaron las características de las farolas existentes, se alinearon los cordones originales y se mantuvo el color original del solado en la parte superior de la plaza.

“Esta obra formó parte de un plan integral de renovación del casco histórico. Nuestra idea es fomentar la economía local, con la estación fluvial, el circuito gastronómico en el Bajo de San Isidro, la recuperación del Puerto, la Plaza Mitre, el centro comercial y los museos. Buscamos potenciar las fuentes de empleo y preservar el patrimonio histórico del distrito”, completó Gustavo Posse.

Para celebrar la reapertura de la plaza, los vecinos disfrutaron de un show de la orquesta típica “Benavídez cuarteto tango”, y muestras de baile. En la tarde, hubo puestos de venta de pochoclos, pirulines, copos de nieve, helados y molinitos; los clowns de “Broca”, de Marcelo Katz; y el artista del barrio “Riki ra”, que lleva más de 20 años ofreciendo sus espectáculos de autor en la Plaza Mitre. El cierre estuvo a cargo de Santiago Vázquez, fundador de “La bomba de tiempo”, con su grupo de percusión en lenguaje de señas.

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