Caso Lucía Costa: Protestaron familiares mientras el dueño de Zar goza de beneficios en la comisaría

Amigos y familiares de la chica de 18 años que en 2020 murió producto de una explosión en el bar de San Miguel se reunieron frente al lugar para recordarla. En tanto, esta semana se conoció una foto de Carlos Oliverio, condenado a 6 años de presión por el hecho, comiendo en la oficina del comisario.

Lucía Costa Osores murió el 10 de octubre de 2020 en el bar Zar, ubicado en Paunero y Rodríguez Peña, en el centro de San Miguel, luego que una mesera intentara reactivar un centro de mesa con un bidón lleno de alcohol, el cual explotó y le produjo fuertes quemaduras.

Era tiempo de pandemia y la compra y manipulación de alcohol en grandes cantidades era moneda corriente, pero la negligencia fue notoria y la Justicia determinó que Carlos Oliverio, dueño del local gastronómico, tuvo responsabilidad. Por eso, el 17 de noviembre del año pasado, la Justicia de San Martín lo condenó a 6 años de prisión y 10 de «inhabilitación para ejercer actos de comercio».

Curiosamente, 3 patrulleros se acercaron al lugar para «custodiar» a la familia de Lucía

La familia de Lucía continúa a la espera del juicio que se le realizará también a Priscila Lucca, la camarera que prendió el centro de mesa, y este sábado volvió a reunirse en el bar donde todo ocurrió. Este medio conversó con Lorena Osores, la madre de Lucía, que contó que todos los días 10 de cada mes va al lugar y a la esquina que ya pasó a ser un sitio emblemático del distrito.

Están preocupados por la imagen que se conoció esta semana en donde se lo ve a Carlos Oliverio en una oficina de la comisaría de Bella Vista comiendo y tomando gaseosa, fuera de un calabozo como correspondería a una persona sentenciada. Estos beneficios estarían avalados directamente por el comisario Gabriel Domínguez.

Según explicó Lorena, el hombre al ser condenado quedó detenido en la comisaría a la espera de la designación de un penal para ser alojado. Por el delito que se le imputa, Oliverio no debe estar rodeado de reclusos peligrosos y por eso su traslado se habría dilatado, pero la foto da cuenta de un trato más que VIP dentro de la dependencia policial.

A su vez, la otra preocupación de la familia de Lucía Costa Osores está relacionada a un pedido que realizó el abogado de Oliverio por una supuesta operación que debe realizarse y por la cual fue trasladado a la Clínica Adventista de Belgrano. Temen que si se da curso a esto, el hombre sea trasladado directamente a su casa y goce de todos los beneficios de una prisión domiciliaria.

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