Diego Valenzuela, el intendente oficialista elegido por el embajador de Estados Unidos

Fue una reunión que organizó el flamante embajador Edward Prado en su sede diplomática junto a otros dos intendentes pejotistas del conurbano. Hablaron de política bonaerense, del rol de los municipios y hasta de carnes argentinas.

A solo 14 días de su desembarco en Argentina como enviado del país más poderoso del mundo, Edward Prado, un ex juez texano de 70 años, coordinó un almuerzo cerca de sus asesores y consejeros y junto a intendentes de la provincia de Buenos Aires.

Diego Valenzuela, de Tres de Febrero, fue el jefe comunal elegido para representar en la reunión al oficialismo. Gustavo Menéndez, de Merlo, y Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora, fueron las caras del peronismo. Le sugirieron una agenda junto a alcaldes bonaerenses por su cercanía con la gente y por ser el Conurbano una zona emblemática y de preponderancia para la política nacional.

Según fuentes cercanas, “hablaron mucho sobre actualidad, sobre la situación política del país, tarifas, los acuerdos con el Fondo Monetario y hasta del rol de las fuerzas de seguridad en los municipios”. Sobre lo último, Prado ofreció su ayuda y su conocimiento en lo que esté a su alcance para fortalecer esta área a nivel local. Además, acordaron mantener lazos e intercambios a futuro que contribuyan a mejorar sus políticas públicas y el rol de los municipios.

En Estados Unidos hay unos 9700 gobiernos locales y en Argentina cerca de 2300. “Es claramente un país que tiene un largo recorrido y una vasta experiencia en políticas públicas de corto alcance. Prado se mostró muy interesado por conocer cómo es el día a día de los intendentes bonaerenses y estar a disposición”, afirmaron.

También hubo tiempo para la distensión, cuando Valenzuela le indicó al diplomático que uno de los murales que hay en el predio es de Martín Ron, un artista urbano oriundo de Tres de Febrero y reconocido mundialmente. “Fueron a sacarse una foto junto al Juan Martín del Potro y al Andre Agassi que están pintados a gran escala en la cancha de tenis de la residencia. Esas obras fueron a pedido del embajador Noah Mamet, muy fanático del tenis, que antes de dejar su cargo quiso cumplir el sueño de verlos enfrentados al menos desde el arte”, remarcaron.

Sobre el final, los intendentes le preguntaron a Prado si se iba a quedar con la mesa de pool que le dejó el ex embajador, que contestó afirmativamente y sin dudarlo.

Compartir