La iniciativa, que impulsaron en conjunto La Libertad Avanza, el PRO, la UCR, Encuentro Federal, Innovación Federal y la Coalición Cívica, cosechó 143 votos a favor, 87 en contra y 5 abstenciones.
La Cámara de Diputados convirtió ayer en ley el proyecto de boleta única de papel para cargos nacionales, sistema que empezará a utilizarse en las elecciones intermedias del año que viene.
La iniciativa, que impulsaron en conjunto La Libertad Avanza, el PRO, la UCR, Encuentro Federal, Innovación Federal y la Coalición Cívica, cosechó 143 votos a favor, 87 en contra y 5 abstenciones.
Fue la bancada de Unión por la Patria la que se inclinó por el rechazo, tal como había anunciado, en tanto que los representantes del Frente de Izquierda se abstuvieron.
Luego de varios días de negociaciones, finalmente hubo un acuerdo para aceptar los cambios que introdujo el Senado, que adoptó el modelo mendocino y que no incluye el casillero de voto a lista completa.
La semana pasada, los partidos mayoritarios de la oposición dialoguista hicieron un intento para insistir con el texto aprobado en el 2022 en la Cámara de Diputados, que se acogía al modelo cordobés y contemplaba el botón de lista completa.
En un primer momento, el presidente de la Cámara Baja, Martín Menem, se mostró permeable a avanzar en ese sentido, pero chocó con el descontento de los gobernadores de Misiones, Río Negro y Salta, con los que el oficialismo había establecido un acuerdo de palabra en el Senado.
La voz de la resistencia la llevó la jefa de Innovación Federal, Pamela Calletti, quien lidera el interbloque que representa en Diputados a esas 3 provincias, y amenazó con dejar sin quórum a la sesión.
Como el oficialismo y sus aliados circunstanciales no tenían la garantía del número -129 votos- para insistir en la media sanción original, tomó intervención en el asunto la Jefatura de Gabinete, que decidió cortar por lo sano y jugar a lo seguro, respetando la letra del proyecto del Senado.
El proyecto
La iniciativa propone condensar toda la oferta electoral para cargos nacionales en una única planilla de papel, la cual se divide en filas horizontales para cada una de las categorías a cargos electivos, y columnas o franjas verticales para cada una de las agrupaciones políticas que compiten.
Por cada tramo y por cada alianza electoral habrá un casillero vacío.
El elector deberá seleccionar solamente una opción por cada categoría, y si marca 2 o más casilleros el voto se considerará nulo. En tanto, si no marca ningún casillero se considerará voto en blanco en esa categoría específica.
No habrá un casillero específico para el voto en blanco.
Si una agrupación política no presenta candidatos en alguna de las categorías se incluirá en ese espacio la inscripción «No presenta candidato».
La boleta única de papel tendrá impresos los nombres de los primeros 5 candidatos de la lista de diputados nacionales, y se incluirán fotografías a color de los primeros 2 candidatos, que de acuerdo a la Ley de Paridad de Género serán un hombre y una mujer, o viceversa.
En la categoría de senadores nacionales, aparecerán con foto los 2 candidatos titulares, al igual que el candidato a presidente y vicepresidente.
Las listas completas de candidatos deben ser publicadas en afiches o carteles en cada cabina de votación, asegurándose que tengan una adecuada visibilidad.
Los discursos
Al abrir el debate, el miembro informante, Nicolás Mayoraz, de La Libertad Avanza, felicitó al oficialismo por haber puesto el tema en agenda y destrabarla del Senado donde estaba “durmiendo en sueño de los justos”. “Realmente me conmueve que al kirchnerismo le preocupe que una ley afecte o no a una partida presupuestaria. Algo inédito, creo yo, en la Argentina, pero bueno, parece que de a poco la ven”, chicaneó el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales
“Argentina y Uruguay son los únicos países de la región que tienen boleta partidaria”, señaló el santafesino.
Por su parte, el diputado nacional de Unión por la Patria, Carlos Castagneto, le pidió al presidente Javier Milei que “vete” la ley de boleta única de papel porque es muy mala para la democracia». Al exponer en el recinto, el legislador kirchnerista defendió el actual sistema electoral que ya “lleva 40 años” y que “en ningún momento hubo denuncia de fraude” y además “hubo alternancia en los gobiernos”.
“Se han ganado y se han perdido elecciones por medio punto y los resultados se vieron inmediatamente y se aceptaron, como ocurrió no muy atrás, en el 2009”, recordó. Según Castagneto, con esta reforma “se quieren destruir los partidos políticos”. “Y si esto sale, le pido al presidente -que en eso sí le voy a acompañar- que vete esta ley porque es muy mala para la democracia”, apuntó.
Su compañera de bancada Carolina Gaillard indicó que “no hay evidencia empírica de fraude en nuestro país desde el 83 a la fecha, pero sí hay evidencia empírica en las provincias que han implementado la voluntad única papel, que se ha incrementado muchísimo, hasta un 8 por ciento en el caso de Santa Fe, los votos impugnados”.
“Y también que ha crecido el voto en blanco, porque muchas personas votan en la primera categoría, pero cuando les toca la segunda y tercera categoría piensan que ya han elegido”, acotó la entrerriana.
En la misma línea, la diputada nacional de Unión por la Patria, Victoria Tolosa Paz, vaticinó que si se implementa la boleta única de papel al sistema electoral “se va a complejizar” la votación para los electores y “va a aumentar el voto en blanco y el nulo”.
En tanto, Eduardo Valdés, del mismo espacio, advirtió hoy que el sistema propuesto por el oficialismo y de la oposición dialoguista “es una tilinguería” y “cuesta el quíntuple” que “el sistema actual” de boleta partidaria. «Nos llama la atención que este proyecto no tenga evaluación de impacto fiscal. Cuesta el quíntuple de lo que cuesta el sistema actual. ¿El presidente lo va a vetar si sale?», se preguntó con sarcasmo el legislador opositor.
«Lo que funciona bien lo estamos queriendo cambiar por una tilinguería. Esto no es una demanda ciudadana, como sí lo son las jubilaciones dignas, los salarios, la educación pública», lamentó.
En contraposición, la diputada nacional del PRO, Sabrina Ajmechet, acusó al kirchnerismo de defender “un sistema viejo, obsoleto, costoso, propenso al robo de boletas, al voto en cadena y propenso a las trampas”. “Somos todos conscientes de que hay muchos lugares en nuestro país donde no hay una democracia completa. Y el objetivo de esta ley es que no haya un solo elector que no tenga la posibilidad de votar por el candidato que prefiere. No importa donde esté, que nunca le falte la boleta que quiere votar”, consideró la legisladora.
En esta línea, dijo que no le «preocupa» si esta reforma “perjudica a los que crean partidos políticos sellos de goma para cobrar millones y millones de pesos cada elección, aunque no los vote nadie”. “A ellos sí los perjudica y la verdad no me preocupa para nada. Que no nos tengamos que preocupar en cada elección nacional que haya un fiscal en cada mesa para asegurar la transparencia del voto va a ser un cambio enorme”, siguió, y entendió que con este cambio en el sistema de votación se está “inaugurando un capítulo importante en la historia electoral argentina”, el cual ayudará a “dejar atrás el clientelismo, el fraude, los aprietos”.
Su compañera de bancada Florencia de Sensi afirmó que el proyecto de boleta única de papel que “va a mejorar el proceso democrático en la Argentina”. “Este es un proyecto que viene presentando nuestro partido desde hace 17 años, con mucho esfuerzo y valentía. Hoy, 2 décadas después, podemos hacer este cambio tan importante para nuestra patria. Dejemos atrás un modelo pobrista y oportunista”, instó la bonaerense.
La diputada nacional del PRO, Silvia Lospennato, aseguró que con la boleta única de papel “se va a eliminar la parte más vergonzosa de la política” que “reparte electrodomésticos, bolsones de comidas y zapatillas con la boleta partidaria”. La legisladora macrista dijo que con la reforma electoral “no va a existir más la indecencia de darle a una persona un bolso de comida con la boleta que tiene que votar adentro”.
En tanto, valoró que tanto Mauricio Macri en su momento como en la actualidad Javier Milei hayan impulsado la boleta única de papel pese a que no les convenía electoralmente. “Es un sistema más transparente que asegura más integridad porque disminuye el peso del dinero en la contienda electoral”, opinó. «Muchísimo dinero para sostener tu boleta en el cuarto oscuro. Muchísimo dinero que nos vamos a ahorrar todos los argentinos y que les aseguro va a disminuir también la corrupción de los que se hacen de maneras impropias de ese dinero para solventar una elección”, finalizó.
Por el radicalismo, Karina Banfi celebró que se haya podido alcanzar un acuerdo pluiripartidario para avanzar con la boleta única de papel, aunque reconoció que se queda con el “sinsabor” de no haber podido reunir los consensos suficientes para incluir en el proyecto el casillero de lista completa.
La diputada nacional de la Coalición Cívica Marcela Campagnoli consideró que la boleta única de papel era necesaria porque ofrece mayor “transparencia, con menor impacto ambiental por el ahorro en papel y también por el ahorro en recursos que generará en la impresión de una sola boleta”.
“Todo ello nos lleva a pensar que esto es un avance dentro del sistema electoral. No solamente por eso, sino porque también nuestros espacios políticos y tantos otros durante distintas elecciones han sufrido el robo de boletas. Y esto garantiza que puedan estar todos juntos en la misma boleta única de papel”, cerró.
Fuente: Agencia Noticas Argentinas
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