El presidente Alberto Fernández anunció hoy que a partir del viernes caducarán todos los permisos vigentes de usuarios del transporte público para garantizar que sólo viajen los trabajadores esenciales, y abogó por restringir la circulación en el Área Metropolitana de Buenos Aires ante el aumento de casos de coronavirus.
«A partir de las cero horas del viernes solamente van a poder utilizar el transporte público los que sean trabajadores esenciales, y van a caducar los permisos en las aplicaciones», anticipó el mandatario.
Si bien esta medida ya estaba en vigencia, el gobierno decidió que todos los usuarios que sean trabajadores esenciales vuelvan a tramitar sus permisos, para un mayor control debido al incremento de la circulación entre el conurbano y la ciudad de Buenos Aires.
Tras el anuncio, que tuvo como marco una entrevista por Telefé Noticias, fuentes oficiales indicaron a Télam que mañana se informará cómo se instrumentará el trámite para la revalidación del permiso de los trabajadores esenciales.
Fernández sostuvo que acordó esta medida junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, durante la reunión que mantuvieron hoy en Olivos, donde los tres coincidieron en que «lo que pasa en la Ciudad es exactamente igual a lo que pasa en la provincia de Buenos Aires».
El jefe de Estado justificó esta decisión ante la necesidad de hacer «entender» a la sociedad que «la circulación potencia el riesgo y el contagio», además de que «la mayor preocupación viene porque hay un mayor nivel de ocupación de camas» en el sistema de salud por «enfermedades propias del invierno».
«El 95 por ciento de coronavirus está concentrado en el Área Metropolitana de Buenos Aires, y cuando aumentó la circulación, aumentaron los contagios», enfatizó Fernández durante una entrevista concedida al canal Telefe.
El mandatario definió el encuentro en Olivos como «muy fructífero» y aseguró con ironía que «lo que falta» entre los mandatarios de las tres jurisdicciones es «tensión», en respuesta a los medios que hoy hablaban de tirantez en ese encuentro.
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, no asistió a la reunión como medida de prevención después de haber compartido un almuerzo, la semana pasada, con la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, quien ayer fue diagnosticada con coronavirus.
Fernández señaló que ante el crecimiento de los casos lo que queda es «protegernos y tratar de evitar el contacto humano» e insistió en que «en la medida que podamos quedarnos en casa, es el mejor remedio».
Como parte de la medida que comenzará a regir el viernes, se reforzarán a través del Ministerio de Seguridad y las fuerzas de cada jurisdicción los controles para garantizar que solamente podrán utilizar el transporte público los trabajadores esenciales, sin excepción.
Al respecto, el presidente reseñó que «hoy el virus circula en todos los barrios porteños, ya no en los barrios de trabajadores», por lo que resulta necesario «buscar el modo de que, al bajar el tránsito de gente, pueda bajar de vuelta el nivel de contagio».
En referencia al aumento de casos registrados en el Área Metropolitana de Buenos Aires, el presidente expresó: «Querían salir a correr, salgan a correr; querían salir a pasear, salgan a pasear; estas son las consecuencias».
«Mi compromiso ético con los habitantes de Argentina es no abandonarlos, y cuidar su salud», dijo, y añadió: «Cuando veo que las camas se ocupan de este modo, digo que prestemos atención a lo que estamos haciendo, porque algo no estamos haciendo bien».
Fernández planteó además que pese a que el país vive un momento económico «muy traumático», si no se toman medidas para restringir la circulación «la vida de muchos argentinos corren riesgo, y no quiero hacerme el distraído», subrayó.
«Los que le prestaron atención a la economía, ahí los tienen. Miren al lado, 46 mil muertos en Brasil», ejemplificó.
Además, adelantó que junto a Kicillof y Santilli acordaron que mañana se reunirán los ministros de Salud de las tres jurisdicciones para fijar un «criterio límite» respecto de «hasta dónde puede aguantar este riesgo sin que se profundice la cuarentena», que actualmente rige hasta el 28 de junio.
«Le pedí a Larreta y Santilli que veamos la posibilidad de controlar mejor las salidas que ellos han permitido, y buscar un mecanismo para que se salga menos», apuntó, en referencia a actividades recreativas que estaban permitidas en la Ciudad, como el running.
Sobre ese punto, indicó que solicitó a ambas jurisdicciones «tener en cuenta dos parámetros» para tomar decisiones, en referencia a «la velocidad del contagio, que hoy en la Ciudad está en alrededor de los 16 días de duplicación, y en el Gran Buenos Aires en 15, y la ocupación de camas» del sistema de salud.
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