Fernández: «Todos sabemos lo que valen los Derechos Humanos en estos tiempos en que la democracia es asediada por posiciones extremas»

El presidente Alberto Fernández encabezó esta tarde, junto a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el Museo del Bicentenario de Casa Rosada, la entrega de los Premios Azucena Villaflor, con los que se distinguió a 6 personalidades de diferentes ámbitos por su compromiso con los Derechos Humanos y los valores democráticos en nuestro país.

«Todos sabemos lo que valen los Derechos Humanos en estos tiempos en que la democracia es asediada por posiciones extremas, intolerantes, xenófobas y homofóbicas», indicó el mandatario, durante el acto del que también participaron los ex mandatarios de la República Federativa del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de la República Oriental del Uruguay, José ‘Pepe’ Mujica.

Y añadió: «Hoy celebramos el Día de la Democracia que conmemora aquel 10 de diciembre que terminó con la tragedia argentina de la dictadura genocida que nos tocó vivir en un país que, de Néstor Kirchner en adelante, ha hecho gala de trabajar incansablemente porque los derechos humanos se respeten y los derechos violados en el pasado sean enjuiciados y castigados como corresponde».

«Esa conducta que ha tenido permanentemente la Argentina como país nos ha permitido que hoy presidamos el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas», destacó el presidente.

El mandatario y la vicepresidenta hicieron entrega de los galardones a Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo; Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora; e Hipólito Solari Yrigoyen, histórico abogado defensor de presos políticos y militante de los derechos humanos, quien no pudo estar presente pero cuya esposa envió una nota de agradecimiento para ser leída durante la ceremonia.

También recibieron sus distinciones Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz; Dolores Sigampa de Demonty, de Madres en Lucha contra la Violencia Institucional; Pablo Torello, director de la película «Historias de aparecidos»; y Lucila Larrandart, abogada, jueza y ex miembro de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas.

Luego de recibir el reconocimiento, Pérez Esquivel aseguró: «Aquí estamos para seguir andando y no bajar los brazos», al tiempo que subrayó que «esto reafirma que la democracia y los derechos humanos son valores indivisibles».

Por su parte, Almeida definió que el Día Internacional de los Derechos Humanos «es una fecha para festejar, porque llevamos 38 años de democracia ininterrumpida».

En tanto, Carlotto expresó su emoción y agradecimiento «por este presente que simboliza tanto», y reflexionó: «Tanto cariño me alienta a seguir, y por el presente y por el futuro de nuestra patria vamos a seguir mientras tengamos vida, para que estas cosas no se vuelvan a repetir».

«Para mí es muy grato premiar a toda gente que quiero, valoro y que merece el premio que están recibiendo porque han hecho mucho por esta Argentina», expresó el presidente sobre la labor en Derechos Humanos de cada uno de los premiados.

Estuvieron presentes el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof; los ministros de Justicia y Derechos Humanos, Martín Soria; Defensa, Jorge Taiana; y Obras Públicas, Gabriel Katopodis; el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti; además de otras autoridades nacionales, referentes sociales, y representantes de organismos de derechos humanos y de la sociedad civil.

Campo de Mayo

Durante la ceremonia, el jefe de Estado anunció además la creación de un Espacio de la Memoria en el predio de Campo de Mayo, para cuya edificación se cederá una fracción de terreno de la Guarnición Militar Campo de Mayo.

En esa línea, los titulares de las carteras de Justicia y Derechos Humanos, Defensa y Obras Públicas firmaron un acta acuerdo para la construcción de un nuevo Centro de Interpretación en el marco del Espacio de la Memoria «El Campito».

Horacio Pietragalla Corti, quien entregó una placa de reconocimiento al ex mandatario brasileño por su trayectoria en favor de los Derechos Humanos, explicó: «Hace dos años estamos con estos premios reconociendo a las madres que pelean contra la violencia institucional, que es uno de los males que tiene nuestra democracia, y por lo que estamos trabajando arduamente desde que asumimos para erradicar esta problemática».

Los Premios Azucena Villaflor, que llevan el nombre de una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo y víctima del terrorismo de Estado de la última dictadura cívico militar, se entregan anualmente desde 2003, año en que fueron instituidos por el gobierno del entonces mandatario Néstor Kirchner.

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