La familia del paciente aseguró que el abuelo fue a atenderse y, tras quedar internado, apareció con severos golpes en el rostro. Desde el nosocomio no han dado respuesta.
Mario Pereyra, un jubilado de 72 años, estaba internado en el Hospital Central de San Isidro, debido a una infección. Se trata de una persona que ha sufrido varios ACV y no puede moverse por si mismo. A pesar de esto, cuando la familia se dirigió a verlo, la hicieron esperar cerca de 6 horas para posteriormente informarle que el paciente se había golpeado accidentalmente.
Al verlo, la esposa comprobó una importante cortadura en la frente, la cual, según testimonio de los médicos, se produjo porque el paciente se movió y se golpeó con la baranda, algo que le resultó sospechoso a la familia debido a la poca capacidad de movimiento con la que cuenta el paciente.
Al otro día, los familiares fueron informados que, producto del mismo golpe, Pereyra iba a tener que ser intervenido quirúrgicamente por una fractura en su nariz, una herida con la que no contaba la jornada anterior.
Conurbano Digital conversó con la familia del jubilado y aseguran que la única persona con la que han hablado por el momento ha sido una médica. «Además lo encontramos totalmente desnudo, muerto de frío y sucio», afirmaron.
Otro de los hechos aberrantes con los que se encontró la familia fue que al solicitar que le coloquen las prendas de vestir que habían dejado en el nosocomio, las mismas se hallaban manchadas con sangre.
Debido a todo esto, los familiares radicaron una denuncia en la comisaría primera de San Isidro y solicitan ser atendidos por alguna autoridad municipal.
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