El joven asesinado de un tiro en la cabeza por un automovilista durante un presunto intento de robo en el partido bonaerense de Ituzaingó tenía antecedentes penales y vivía en la zona, al igual que el señalado tirador, un comerciante que se mantiene prófugo desde el lunes, cuando ocurrió el hecho.
El fallecido fue identificado como Federico Rubén Córdoba, de 25 años, quien vivía en el barrio San Alberto y tenía antecedentes por robo mediante la modalidad «escruche» en un jardín de infantes de ese distrito, dijeron los voceros.
La hipótesis más firme que maneja por ahora la fiscal María Laura Cristin, a cargo de la causa, es la que apunta a un vecino de la zona como quien tiró y mató a Córdoba cuando intentó cometer un robo.
Ese hombre, que se dedica al comercio mayorista, está prófugo desde el mismo día del hecho, ya que la Policía no lo halló -tampoco a su mujer y a sus hijos- cuando fue a buscarlo a su casa.
De acuerdo a información suministrada por fuentes policiales, el hombre iba a bordo de su Volkswagen Passat negro la tarde del pasado lunes cuando Córdoba quiso robarle.
Por tal motivo, el comerciante persiguió al acusado unos 100 metros y le disparó a la cabeza, secundado aparentemente por otras 2 personas que iban en moto.
La fiscal aguardaba aún el resultado de la autopsia para establecer si Córdoba recibió un único disparo mortal en la cabeza o más.
Un testigo que advirtió la situación intentó impedir que el automovilista baleara al sospechoso, aunque, según contó luego a los pesquisas, el hombre le respondió «no te metas, este me quiso robar».
Seguidamente, el sujeto cayó herido de al menos un tiro en la cabeza y murió más tarde en el Hospital Posadas.
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