Julio Zamora: «Quiero renovar mi mandato como intendente»

A solas con Conurbano Digital, el jefe comunal tigrense cuenta sus intenciones de cara a las próximas elecciones y opina sobre la coyuntura actual, sus diferencias con otros municipios y su relación con Sergio Massa.¿Qué significa ser intendente en el contexto actual del país?

Significa la responsabilidad de llevar el destino de la comunidad en un contexto oscuro para la Argentina. El presupuesto votado implica un avance sobre las autonomías municipales. Un avance que tiene que ver con la quita de subsidios al transporte y su traspaso a las líneas locales, que eso intentará hacerlo la gobernadora María Eugenia Vidal. Significa la quita del Fondo Sojero. Significa un avance en la provisión de energía para los asentamientos a cargo de los municipios. Cuestiones que tienen que ver con quitarnos a los intendentes las herramientas para solucionarle la vida a la gente. Hay una falta de diálogo. Falta un gobierno que abra los brazos, que escuche más, que no se sujete a los dictados del Fondo Monetario Internacional.

Junto a Ariel Sujarchuk, Leo Nardini y otros es parte de una nueva generación de intendentes en el conurbano. ¿En qué se diferencia esa de la anterior, la de los Ricardo Ubieto, Osvaldo Amieiro, Enrique García?

Toda la actividad política está atravesada por la tecnología. Gracias a esto las respuestas que tiene que dar un jefe comunal son más inmediatas a diferencia de las que daban otros intendentes tradicionales. Hay una mayor cercanía al vecino y un mayor uso de la tecnología como herramienta de velocidad para los reclamos de una ciudadanía que nos requiere más.

Tigre es considerado un modelo de gestión municipal. ¿En qué se diferencia del resto de los partidos?

El principal rasgo es que venimos teniendo contacto directo con el vecino. Eso nos nutre y nos permite tener una gestión ágil en base a lo que los vecinos quieren. Después hay políticas claves que son vanguardia a nivel regional como la seguridad, la violencia de género y políticas sociales como la agenda deportiva. Tigre tiene 17 polideportivos de los cuales 15 poseen piletas climatizadas. Ahora estamos construyendo el número 18. También hay políticas de desarrollo urbano e industrial en donde mediante seguridad e infraestructura le dimos un impulso al partido y eso nos permite mostrar una gestión distinta.

En Nordelta, hay una clase alta. En Pacheco y Benavidez, una media y en Troncos, Rojas y Las Tunas una baja. ¿Cómo interviene el Estado municipal ante tantas clases sociales dentro de un mismo territorio?

El Estado tiene que tender a nivelar las desigualdades. Lo que hacemos es implementar impuestos progresivos, quien más tiene pueda aportar al desarrollo de nuestra comunidad. La herramienta impositiva es importante a la hora de generar una sociedad más igualitaria. Simbólicamente, Tigre es el municipio de los barrios cerrados. Estamos realizando otro modelo de desarrollo urbano que consiste en ciudades abiertas e inclusivas. Estamos interviniendo todas las plazas públicas con juegos, seguridad e iluminación para empezar a hablar ahora no del barrio cerrado como modelo de desarrollo sino el barrio abierto como un motor de cohesión donde se encuentren todos los sectores.

A nivel local, ¿cómo es la relación con Unidad Ciudadana y con Cambiemos?

Tenemos un acercamiento con la gente de Unidad Ciudadana que tiene que ver con una agenda común. Pensamos que hay un gobierno que está deteriorando a las familias, a los trabajadores, a los comercios y a las pymes debido a los tarifazos, la inflación y el endeudamiento. Estamos pensando una agenda común que enfrente al gobierno. Con Cambiemos no tenemos visiones comunes porque representan a quienes han producido el ajuste más brutal en la historia de los trabajadores. Aunque el diálogo es bueno con sus referentes, no coincidimos prácticamente en nada, sólo que debemos resolver nuestras diferencias en un marco democrático.

¿Sería apresurado entonces hablar de una alianza con Unidad Ciudadana para el 2019?

Si. Coincidimos en muchas cosas pero no estamos apresurados en abrazarnos en un espacio común. Tenemos que tener coincidencias programáticas para eso.

¿Y usted de cara al 2019?

Quiero ser candidato a intendente. Quiero renovar mi mandato como intendente. Eso no es un obstáculo para algo superior que tenemos que hacer todos los argentinos: Lograr un gobierno de unidad nacional que dé un giro brusco a las políticas del oficialismo. Yo no vote a Cambiemos. Hay una decepción muy grande. Tenemos que transformar esa resignación en esperanza y establecer esta última en un espacio que sea amplio, que involucre no sólo al peronismo sino a otras minorías y que represente a las grandes mayorías.

¿Cómo es la relación con Sergio Massa?

Muy buena. Los tiempos locales me urgieron a tener una mirada más directa de lo que significa la unidad y su importancia. Quizás Sergio maneja otros tiempos por su rol. Las estrategias son distintas. Aspiro a que todos nos encontremos en un lugar común.

Hoy los jóvenes están ganando las calles. Se movilizan y organizan. ¿Qué consejos le daría a todos esos que se incorporan a la política?

Es lo mejor que les puede pasar. Es sentir que pueden hacer más cambios. Que participen, que tengan audacia y rebeldía, que no se dejen llevar por las «roscas» y que lo vivan con mucha alegría.

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