Fue atacado por otros dos internos en un presunto ajuste de cuentas carcelario.
El 8 de abril pasado dos internos atacaron a Darío Gastón Badaracco Ferreyra, de 31 años, único detenido por uno de los crímenes más resonantes del último tiempo en el conurbano bonaerense, el femicidio de Araceli Fulles.
El preso fue atacado a golpes y quemado con agua hirviendo. Se encontraba internado desde ese momento en el hospital de Olavarría, donde murió en las últimas horas a raíz de las heridas.
Aparentemente, el ataque estuvo motivado por conflictos internos del penal de máxima seguridad bonaerense en el que se alojaba el fallecido.
Al momento de su ingreso al hospital, Badaracco presentaba golpes y quemaduras con agua caliente en el 60 por ciento de su cuerpo. Tras una semana agonizando, ayer sábado 13 murió
Aunque no pudo ser confirmado el móvil del crimen, los dos agresores están identificados. Uno de ellos cumple condena por lesiones leves y violación de domicilio, mientras que el otro por homicidio. En cuanto al muerto había sido sentenciado por el delito de «homicidio doblemente calificado en concurso real».
Darío Gastón Badaracco Ferreyra fue condenado por matar a Araceli Fulles, descuartizarla, envolver las partes de su cadáver desnudo en una sábana y enterrarlo bajo cal, escombros y una capa de cemento en un rancho en la parte trasera de la casa de su madre, en José León Suárez. Luego se fugó tras declarar por tercera vez en la causa como testigo.
Tras casi un mes desde la muerte de la joven de 29 años, el fallecido, empleado de un corralón, casado y padre de al menos dos hijos, fue capturado en Flores. El femicida tenía además antecedentes por otros delitos.
El 2 de abril pasado, familiares y amigos de la joven de 22 años asesinada en 2017 marcharon para pedir justicia al cumplirse el segundo aniversario del crimen. Si bien Badaracco era el único detenido, otros ocho imputados aguardan en libertad por el juicio, todos como cómplices de femicidio.
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