Tras una persecución y choque, capturan en San Martín a uno de los prófugos por el crimen del comerciante de Padua

Un joven de 25 años que permanecía prófugo como presunto partícipe del crimen de Gabriel Izzo, el comerciante asesinado en junio pasado durante un robo en su casa de la localidad bonaerense de San Antonio de Padua, partido de Merlo, fue detenido tras una persecución que se extendió a lo largo de 3 kilómetros en el partido de San Martín.

Se trata de Diego Eduardo Correa, de 25 años, sobre quien se ofrecía una recompensa de 2 millones de pesos emitida por el Ministerio de Seguridad bonaerense, ya que tenía pedido de captura nacional e internacional al estar acusado de haber participado el 9 de junio último en el asalto a la vivienda de Izzo, de 60 años, y de su esposa Silvia Petinari, en el que los ladrones mataron a balazos al hombre y dejaron gravemente herida a la mujer.

Luego de pasar más de 6 meses prófugo, Correa fue detectado ayer por la tarde circulando en un auto Toyota Etios blanco que tenía pedido de captura en la localidad de San Martín. Personal municipal, a bordo de una patrulla, le ordenaron que detuviera su vehículo.

Sin embargo, el joven de 25 años se opuso, por lo que agentes de la Policía bonaerense comenzaron una persecución, la cual se extendió por más de 30 cuadras.

Finalmente, alrededor de las 19:44 horas, Correa perdió el control de su vehículo sobre la calle San Lorenzo al 2100 e impactó contra una de las paradas de colectivo de la cuadra.

Tras ello, el joven descendió del rodado y comenzó a correr por la mencionada calle, hasta que personal policial logró capturarlo.

Dicha secuencia fue registrada por una de las cámaras de seguridad municipales, y en el video se ve al detenido vestido con una campera negra, jeans y zapatillas blancas corriendo a toda velocidad por la zona comercial de San Martín.

Por otro lado, fuentes judiciales indicaron a Télam que el fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción 5 de Morón, Claudio Oviedo, tomó conocimiento de la detención del joven, a quien indagará este mediodía al imputarlo por los delitos de “robo agravado por el empleo de arma de fuego, portación ilegal de arma de guerra y homicidio criminis causae -2 hechos, uno de ellos en grado de tentativa- agravado por el uso de arma de fuego, en concurso real entre sí”.

Hasta el momento, por el crimen de Gabriel Izzo hay otros 3 detenidos, Jonatan Ricardo González, de 30 años, alias «Monarca»; Brígido Ricardo Achucarro González, de 32 años, alias «el Paraguayo» y sindicado como el presunto autor material de los disparos contra el comerciante; y Gustavo Mac Dougall, de 49 años.

Además, Walter Rodríguez Sierra, de 53 años, apodado «el Uruguayo», se encuentra imputado como partícipe necesario del hecho ya que era el dueño del automóvil Volkswagen Gol de color gris utilizado por los asaltantes para cometer el hecho, aunque se encuentra en libertad.

Mientras tanto, por el crimen del empresario, todavía hay un prófugo, Víctor Ricardo Martín Fernández Galarza, de 30 años, por quien el Ministerio de Seguridad bonaerense ofreció recompensas de hasta 2 millones de pesos para quien aporten datos que permitan localizarlo y detenerlo.

El crimen del comerciante fue cometido el viernes 9 de junio último a las 4:20 horas en una casa de la calle Italia al 1000, a pocas cuadras de la estación de trenes de San Antonio de Padua, donde el comerciante y dueño de un aserradero, vivía con su esposa Petinari, hija del propietario de una empresa dedicada a la fabricación de acoplados, volcaduras y semirremolques en Merlo.

De acuerdo a la pesquisa, al menos 5 delincuentes llegaron hasta el domicilio a bordo de un Gol gris, y 4 de ellos forzaron una persiana de madera tipo americana de la casa e ingresaron, tras lo cual sorprendieron al matrimonio.

Otros 2, en tanto, se quedaron en el auto y en la vereda, por lo que todos ellos fueron captados por las cámaras de seguridad del barrio.

Según las fuentes, Izzo se despertó al escuchar ruidos y agarró 2 armas de su propiedad que guardaba en su habitación, una pistola Bersa calibre 40 y un revólver calibre 38, con las que salió de la habitación para ver qué sucedía.

En esas circunstancias, se enfrentó con los delincuentes, quienes le dispararon y además lo apuñalaron.

La víctima también disparó, aunque sólo con el revólver, ya que la pistola se le trabó y aparentemente no alcanzó a herir a nadie, añadieron los voceros.

El sujeto fue impactado por 4 proyectiles y murió en el lugar a raíz de las lesiones de bala y también de arma blanca que los delincuentes le provocaron, mientras que su esposa fue apuñalada, golpeada, perdió un ojo y estuvo internada 18 días.

En la vivienda también se encontraba la madre de la mujer herida, Elsa Otruba de Petinari, de 83 años, quien resultó ilesa ya que no salió de la habitación.

 

Compartir